Un Centro de Procesamiento de Datos, comúnmente referido como data center, es una infraestructura física, compuesta por ordenadores y variados equipos informáticos, cuya principal función es la recolección, el almacenamiento, el procesamiento y la distribución de datos e información de una o varias empresas.
En otras palabras, un data center es un espacio físico en el que se resguarda y administra información. Las empresas modernas, en continuo proceso de digitalización, se encuentran cada vez más seguido con la dificultad de almacenar de forma segura sus cantidades gigantescas (y crecientes) de información, generalmente en forma de datos, que son fundamentales para el normal funcionamiento de las mismas. Solo en el año 2020 se crearon, copiaron y consumieron 64,2 zettabits (o 62,2 mil millones de terabits) de datos en el mundo, y se calcula que esta cantidad aumente cerca de un 250% para el año 20251https://www.statista.com/statistics/871513/worldwide-data-created/.
Así, los data center surgen como una solución a una necesidad creciente, tanto a nivel de almacenamiento y administración de datos, como a nivel de seguridad, que es el principal enfoque de estos centros. Uno de los ejemplos más prácticos de la utilidad de los servicios de un data center es la posibilidad de restaurar toda la información de una empresa en caso de un ciberataque.
En resumen, las principales razones por las que una empresa necesita de los servicios que ofrece un data center son:
- La posibilidad de restaurar la información ante cualquier imprevisto.
- Mayor nivel de seguridad contra ataques maliciosos.
- Facilidad para la distribución de grandes cantidades de información.
- Continuidad de funcionamiento en caso de cortes energéticos.
Un data center moderno se compone, principalmente, de servidores (pueden ser desde apenas un puñado, hasta varios miles), dispuestos y ordenados en racks, conectados a internet a través de una conexión de fibra óptica; a su vez, uno de los mayores desafíos que enfrentan los data center es la creciente demanda de energía, tanto de los equipos de almacenamiento de datos, como de los equipos de refrigeración necesarios para mantener a toda la infraestructura estable. Además, muchos data center cuentan con complejos sistemas de seguridad física, desde guardias y cámaras, hasta sistemas biométricos de acceso.
Por último, una de las mediciones más importantes respecto a la calidad de un data center es su tiempo de disponibilidad a lo largo del año. Si bien lo ideal sería que no existan tiempos de baja, es decir, extensiones de tiempo en las que los servidores están fuera de servicio debido, por ejemplo, a razones de mantenimiento, la realidad es que todos los data center cuentan con tiempos de baja que, así sean ínfimos, pueden afectar a las operaciones de las empresas que utilizan sus servicios. Los tiempos de alta (es decir, que están en funcionamiento) de los data center suelen rondar entre un 99,741% y un 99,995% del tiempo.